El altar budista significa  ofrenda. El termino tibetano para altar es  “che-sam”, que  traducido literalmente significa “presentación de ofrendas”
La noción de ofrenda ocupa un lugar muy importante en la tradición budista, pues es nuestra capacidad de ofrecer la que nos permite acumular en nuestra conciencia el mérito o “sonam”necesario en nuestro camino hacia el Despertar de la conciencia. Nos enseña también a desapegarnos de los bienes de este mundo y a ganar una cierta libertad.
Para que las ofrendas tengan todo su valor es necesario que vaya acompañada de una motivación correcta y que el sujeto al cual se ofrece sea digno: Buda, Bodisatvas, Maestros, seres espiritualmente elevados, objetos sagrados.

LOS BOLES DE OFRECIMIENTO 
Ocupan un lugar muy importante dentro del altar. Son el soporte para las ocho ofrendas tradicionales, y se disponen en un orden bien definido.
Antiguamente, en la tradición India, cuando un personaje  importante visitaba la casa se le agasajaba con estos ocho ofrecimientos. Cuando se recibía a un huésped importante, en primer lugar, se le ofrecía agua para refrescarse del camino, por lo que se le ofrecía agua para beber.
-Luego, se ofrecía agua para lavar los pies del huésped, del polvo del camino.
-Luego se le ofrecían guirnaldas de flores para honrar lo  así como se quemaba incienso en su honor y se le ofrecían perfumes.
-A continuación le ofrecían una comida exquisita.  Por último, se le ofrecía música, para deleitarle al oído.
Si esto se ofrecía a un personaje ilustre, ¿cómo no ofrecérselo a los Budas?
No nos confundamos. Los Budas no tienen ninguna necesidad de nuestras ofrendas, no esperan ningún sacrificio como recompensa a la ayuda que nos prestan. Pero se dice, que se alegran de nuestras ofrendas, cuando estas son ofrecidas con una motivación pura, pues son parte de nuestro camino hacia el Despertar. Más importante que la calidad material del ofrecimiento, es la motivación lo que da valor a la ofrenda.
-Las ofrendas materialmente presentadas, no son más que un soporte para ofrendas infinitamente más vastas, visualizadas mientras se hacen las ofrendas en los boles. Por ejemplo, al  llenar el primer cuenco se puede visualizar que ofrecemos todos los ríos, todos los mares y todas las aguas puras del universo.  Al ofrecer las flores y el incienso, ofrecemos todas las flores y los aromas del mundo.  Al ofrecer la vela, ofrecemos la luz del sol, de la luna, de las estrellas. Todos los manjares sabrosos de todos los universos y todos los cantos y músicas melodiosas del mundo.

LOS BOLES DE OFRECIMIENTO, de izquierda a derecha
ARGAM: Agua para beber.  Calma el calor de las pasiones
PADIAM: Agua para lavarse. Limpia nuestra mente de las huellas negativas y de los velos que la manchan
PUPE: Flores. Abren el loto de la felicidad
DUPE: Incienso. Nos permite ver que todos los fenómenos son semejantes a un sueño o a una creación mágica
ALOKE: Luz. La luz  nos conduce a realizar la verdadera naturaleza de nuestra mente, lo que se llama la “clara luz”
GUENDE: Agua perfumada. El agua perfumada simboliza  la sabiduría junto a la compasión
ÑEUIDE: Comida. La comida se asocia a la dinámica de la sabiduría
SHAPDA: Música. La música prefigura la expansión de las múltiples cualidades del despertar

PREPARACION DEL ALTAR
Cuando se ha generado la determinación de practicar en casa, es necesario arreglar un pequeño sitio, destinado específicamente a ese fin.-Naturalmente, esto no ha de ser muy difícil, se trata de encontrar un pequeño rincón, limpio, agradable y digno  y arreglarlo con la finalidad de que sea el  lugar reservado para hacer vuestra práctica. El altar crea un espacio consagrado a la práctica y es una invitación diaria y constante que  relaja, centra y predispone a la práctica espiritual.
Un altar instalado de manera adecuada contiene imágenes o ilustraciones del cuerpo, habla y mente del Buda. Sirven para desarrollar estas cualidades en uno mismo y de esta manera poder beneficiar a todos los seres sintientes. Al tener un altar, tu práctica se vuelve más poderosa, ayuda a reducir las aflicciones mentales y aumenta la capacidad para ayudar a otros seres.
-El lugar donde disponemos el altar ha de estar en alto, más alto que la altura de   nuestra cabeza cuando estamos sentados. Ante todo, ha de estar limpio. Lo podemos cubrir, si queremos, con un trozo de tela hermosa, por ejemplo, de seda.
-Se puede  poner en el lugar central una estatua de Buda Sakiamuny,  Guru Rinpoche o simplemente una  foto con la que nos sintamos conectados o que nos inspire (representación del cuerpo de Buda). Podemos poner unos textos del Dharma, representándola su Palabra, y una estupa, o su representación, simbolizando Su mente. En caso de no disponer de espacio, es suficiente con una foto o una estatua.
-Si es posible, disponer  los siete boles de ofrendas y también una vela, lo cual hará un total de ocho ofrecimientos.
-Se puede  usar simplemente agua para las ofrendas, preferiblemente azafranada (si se deja por la noche la jarra de agua destinada a tal fin, con unas hebras de azafrán, por la mañana el agua estará teñida y dispuesta. Es lo más efectivo, es lo más fácil y realmente bonito, y previene de volverse perezoso:¡ el agua se tiene que cambiar  cada día!.
-Los cuencos deben estar perfectamente limpios, bien dispuestos y separados uno del otro por  la distancia de un grano de arroz (Los boles  en línea recta indican el camino directo a la iluminación. La distancia de un grano de arroz entre los boles simboliza la cercanía al Buda).

¿COMO REALIZAR LA OFRENDA DE LOS BOLES?
Practicando las seis paramitas, mientras se rellenan los boles de la  forma siguiente:

-practicamos  generosidad al realizar las ofrendas
-la paciencia por el hecho de servir
-la ética porque las ofrendas no pueden ser robadas ni prestadas ni obtenidas por halagos.
-la concentración por las visualizaciones, manteniendo la distancia de un grano de arroz y los mantras.
-la perseverancia, al hacer las ofrendas cada día
-la sabiduría por la motivación correcta y porque nos recuerda que nosotros somos luz

1-    OFRECIMIENTO DE LOS SIETE BOLES DE AGUA –AZAFRANADA
– Disponed los siete boles, boca abajo, en el altar;
-poner agua en el primer bol, argam,  el de nuestra izquierda, y desde ese primer bol rellenamos con  un poco de agua cada uno de los boles restantes, levantándolos de uno en uno, mientras recitamos el mantra de Vajrasatva, de modo que ningún bol quede vacío  reservando un poco de agua en el primer bol de forma que todos contengan un poco de agua.
-A continuación acabar de rellenar  los siete boles con la jarra, de forma que no estén muy cerca ni muy lejos uno del otro, normalmente a una distancia de un grano de arroz entre unos y otros; tener cuidado de  no derramar el agua al rellenar los boles y no dejarlos a medias, sino rellenarlos hasta arriba, solo debe quedar  por rellenar  la distancia de un grano  de arroz, hasta el borde del bol; mientras se acaba de rellenar seguir recitando el mantra de Vajrasatva, con concentración y conciencia de lo que estamos haciendo.

2-OFRECIMIENTO RELLENANDO LOS BOLES CON AGUA Y ARROZ 
También se pueden  hacer las ofrendas, disponiendo los boles de la siguiente forma:
-ARGAM: un cuenco lleno de agua pura (puede ser  teñida con azafrán).
-PADIAM: agua para lavarse, si puede ser,  teñida con azafrán,
-PUPE: flores: un cuenco lleno de arroz en el que se clavan flores
-DUPE: incienso: un cuenco lleno de arroz en el que se ponen varias barritas de incienso (sin encender)
-ALOKE: luz: una vela (en los monasterios una lámpara de mantequilla).
-GUENDE: agua perfumada: un cuenco lleno de agua pura en el que se vierten unas gotas de perfume o azafrán.
-ÑEUIDE: comida: un cuenco lleno de arroz en el que se pone una Torma (figurita de harina), llamada “shelze”, o en su caso, una pieza de fruta. En Tíbet la Torma se elabora con harina de cebada tostada (tsampa) o harina de avena, mantequilla y agua caliente.
-SHABTA: Música: un cuenco lleno de arroz en el que se coloca una caracola.
Una vez rellenos los boles encender la vela y el  incienso –¡pero nunca encender el incienso de los boles de ofrecimiento!
-Usar un trapo solo para limpiar los boles, no usar trapos que usáis para lavar los platos sucios u otras cosas y lavarlo de tiempo en tiempo, no lo guardéis por meses, sacarlos cada noche y lavarlos cada día y secarlos, recitar el manta de purificación, Om venza sato samaya manu palaya..,. (Vajrasatva) mientras los rellenáis  por la mañana temprano y cuando los vaciáis por la noche.
-Usar una jarra que esté destinada solo  para las ofrendas. No dejar la jarra vacía en el altar.
-Conviene limpiar la habitación cada mañana, antes de hacer los ofrecimientos, mientras limpiamos visualizamos que limpiamos nuestros oscurecimientos
-Los boles que contienen agua se llenan cuidadosamente cada mañana y se vacían por la noche. Los que contienen arroz, se cambian periódicamente, por ejemplo, en las lunas llenas.
-Por la mañana se rellenan de izquierda a derecha.
-Al vaciarlos por la noche se hace en sentido opuesto, o sea de derecha a izquierda. Se secan cuidadosamente con un trapo limpio y se dejan boca abajo.

– Hacerlo todo con felicidad, felices de hacer estos ofrecimientos;  vuestro corazón, vuestra mente, y no solo el vuestro sino el de  todos los seres se vuelve tan  puro como el agua; esa es la manera de arreglar el altar.

Fuente: Hermessan