El Ayurveda, la medicina tradicional india, es cada vez más popular entre los occidentales. Sin embargo, el desconocimiento de esta práctica milenaria provoca que se hayan difundido muchos mitos y medias verdades sobre ella.

A continuación, diez verdades sobre el Ayurveda que deberías conocer antes de que te las cuenten por ahí:

1. El Ayurveda es la medicina tradicional más antigua que aún se practica

Las fuentes mitológicas relatan que hace alrededor de 8.000 años, los grandes maestros que vivían en cuevas en el Himalaya recibieron –en estado de meditación profunda-  información directa sobre los estados de la materia y la salud del cuerpo humano y su equilibrio con el orden natural. Impulsados por la compasión, estos maestros bajaron de las montañas para llevar este conocimiento a los pueblos.

Las fuentes históricas acortan sensiblemente este momento embrionario, hasta situarlo en algún punto del primer milenio antes de Cristo. El Ayurveda se ha practicado en la India desde tiempos ancestrales, con la única discontinuidad de la ocupación inglesa, que marginó esta práctica para fomentar la medicina occidental.

 2. Ayurveda significa “la ciencia de la vida”

En idioma sánscrito, “ayu” significa “vida” en el sentido más amplio, mientras “veda” quiere decir “conocimiento”, siendo ese el significado de los antiguos Vedas, los textos milenarios indios que hablaban de la vida.

El Ayurveda es holístico porque engloba cuerpo, mente y espíritu. Toda enfermedad se origina por el desequilibrio en alguno de estos niveles, mientras la salud responde a un estado de equilibrio

3. Ayurveda no es contrario, sino complementario a la medicina alopática

La medicina alopática apenas percibe la punta del iceberg de la salud humana: trata los síntomas en lugar de ir a la raíz del problema. Esto no quiere decir que no funcione. De hecho, es la medicina más eficiente en casos agudos, una rotura de huesos, una hemorragia o un infarto, tal y como reconocen los propios médicos ayurvédicos, que no dudan en desviar a un hospital convencional este tipo de casos.

La medicina ayurvédica trata al paciente, no a la enfermedad, y sólo en casos extremos recurre a tratar directamente la dolencia. En este sentido, resulta más eficiente a la hora de tratar enfermedades crónicas que la medicina alopática.

 4. La medicina ayurvédica tiene en cuenta la constitución de cada paciente

Según el Ayurveda existen tres grandes biotipos humanos, en los que impera cada una de las tres doshas o humores vitales: vata, pitta y kapha. Cada uno de estos biotipos tendrá un tipo de alimentación y una medicina apropiada a sus características.

Mientras un médico occidental trata a todo el mundo por igual (maximizando los beneficios de las farmacéuticas), el médico ayurvédico hará un diagnóstico en función de la constitución particular del paciente.

5. El Ayurveda exige compromiso del paciente en su salud

Los habitantes del mundo occidental hemos delegado toda la responsabilidad de nuestra salud en los “expertos”, los médicos y las farmacéuticas. Por el contrario, el Ayurveda exige que la persona se autorresponsabilice de su salud: como dicen los textos ayurvédicos tradicionales, “si tienes una alimentación correcta y un estilo de vida apropiados, ¿la medicina para qué te sirve?”

En Ayurveda, tú te estás sanando a ti mismo, mientras en la medicina alopática necesitas algo de fuera para hacer posible la sanación.

6. El Ayurveda cura lentamente

El Ayurveda no es apto para gente con prisas: enfermamos lentamente, así que nos curamos también lentamente. Vivimos en la fantasía de que pasamos de estar completamente sanos a enfermarnos, pero lo cierto es que la enfermedad se viene gestando durante años. Si hemos estado alimentándonos de una forma desequilibrada durante décadas no podemos pretender curarnos tomando una pastilla roja. Una de las bases del Ayurveda es la desintoxicación del organismo para recuperar su equilibrio original.

7. El masaje es la esencia del Ayurveda

Aproximadamente, el 20% de la comida que ingerimos se queda sin digerir en la base del estómago, formando toxinas que posteriormente se absorben por el intestino delgado. Estas toxinas se acumulan en distintos tejidos (por ejemplo, a las personas de biotipo vata las articulaciones), convirtiéndose en el origen de todas las enfermedades a través de una misma causa: la toxicidad. La acumulación de toxinas da lugar al síntoma patógeno.

8. Las medicinas ayurvédicas carecen de efectos secundarios

El Ayurveda recurre al masaje para que penetre en la piel entre 10 y 30 sustancias naturales, impulsadas por el aceite de sésamo. ¿Por qué sustancias naturales y no sintéticas? Llevamos 40.000 años coevolucionando con las plantas, de modo que las paredes de nuestras células están capacitadas para el intercambio con los químicos de las plantas con las que hemos cohabitado, no con síntesis de laboratorio.

9. El ayurveda NO es una medicina alternativa
Una medicina que lleva practicándose desde los albores de la civilización no puede llamarse “alternativa”, sino nativa. De hecho, muchas medicinas ancestrales comparten métodos y filosofía con el ayurveda, desde la medicina celta, árabe (Unani), griega, hasta la tibetana y china actual. En este sentido, podría decirse que ayurveda es sinónimo de medicina tradicional, cualquiera que sea la región del mundo.

10. La prevención es siempre mejor que la cura

Ayurveda no es una medicina, sino una forma de vida en sí misma. El ayurveda enfatiza la prevención sobre la cura.

Además de los desequilibrios originados por un estilo de vida desequilibrado, la filosofía ayurvédica considera que ciertas enfermedades pueden tener su origen en el karma, esto es, en las leyes de accion y reaccion tanto en esta vida como en otras anteriores. Esta afirmación puede sonar excéntrica para las mentes occidentales, pero las investigaciones actuales entroncan este “karma” con la predisposición genética.

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La  primera Casa de Ayurveda en Ibiza.  Asociación de investigación de Ayurveda, Yoga y terapias naturales